“NO ESTÁS SOLO”
Por: Janibell Peralta
Soy el mismo que te ha acompañado durante toda tu vida, en tus penas y en tus alegrías, en aquellos momentos en donde a lo mejor llegaste a dudar de mi existencia. Este es, justo el instante, en que vengo a recordarte que “No estás solo”.
Probablemente tu ropa esté ajada de tanto usarla, sin embargo, te ha servido para adornarte en esos grandes momentos en que fuiste testigo de varios festejos como: tus primaveras, tu belleza juvenil, la bienvenida del ser que te ha acompañado en tu hermosa existencia, o tal vez la llegada de cada uno de tus retoños, sus bautizos y cumpleaños, y el gozo de ver cada uno de sus logros.
Es posible también, que te haya servido para secar una que otras lágrimas, que luego te habrán servido de experiencia y lecciones, para que luego entendieras la importancia de su aprendizaje.
Ese maravilloso y útil atuendo, también te ha acompañado de tal manera, que es preciso agradecerle entendiendo que ha sido de tu total provecho y compañía.
Él mismo, quiere recordarte que, “nunca has estado, ni estarás solo”.
No, “no estás solo”, siempre te he acompañado, y quiero decirte que no temas.
Es normal que el ser humano tema a lo desconocido, todo por pensar que se encuentra habitando su verdadero hogar, sin embargo, su verdadero hogar es aquel en donde no existen los conflictos, donde solo hay paz y amor, que es todo cuanto necesitas.
Cuando llegue el memento de regresar a tu verdadera morada, estaré a tu lado como lo he hecho siempre, y descansarás en mis brazos como una madre arrulla a su vástago dando cobijo, amor y protección, además de hacerle sentir que “No está solo”.
Tu ropaje puede que se haya desgastado, pero la esencia del mismo y todo cuanto viviste con él, jamás morirá.
Eres un ser maravilloso y has realizado un excelente trabajo al servir de ejemplo a aquellos que siempre te amarán y que mantendrán vivo tus recuerdos. Porque fuiste tú quien se encargó de regar bien los frutos, y enseñar a tu generación a mantener sana y productiva la cosecha, por eso te vengo a recordar que “No estás solo”
Soy quien ha enviado a hermosos ángeles a cuidarte desde que tu arribo a este mundo, y soy yo también quien enviaré a varios de ellos para prepararte el más cálido recibimiento. Y tu regocijo será, como aquel niño perdido que ha estado asustado, regresando jubiloso y agradecido a su hogar.
“No estás solo” porque estás en el amor, la misericordia y todo el gran poder infinito de tu Dios y creador, estás conmigo y te amo hijo.
“No estás solo”.
.